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jueves, 30 de julio de 2015

El Jabato y Taurus

                                    
                                   

El Jabato es una famosa serie de historietas creada por Víctor Mora (guión) y Francisco Darnís (dibujo) para la editorial Bruguera en 1958. Debido a sus similitudes con El Capitán Trueno, se la considera un ejemplo de auto-competencia dentro de la misma editorial.

El primer cuadernillo apaisado (titulado «Esclavos de Roma») se publicó el 20 de octubre de 1958 y se regaló con el número 107 de El Capitán Trueno. La colección original salió íntegramente en blanco y negro, y permaneció en los kioscos hasta 1966, alcanzado un total de 381 episodios, además de 4 almanaques y diversos especiales de vacaciones.

Contrariamente al esquema seguido por Víctor Mora en otros personajes, comenzó con tan sólo dos héroes, ambos íberos que combatían los excesos de los emperadores romanos. El primero de ellos, Jabato, es un pacífico campesino que, esclavizado por Roma y convertido a la fuerza en gladiador, pronto lidera una rebelión de gladiadores y consigue escapar del circo, para dedicarse luego a recorrer el mundo como un justiciero errante.

El segundo, Taurus, es un gigante barbudo y comilón, leñador de profesión y mejor amigo de El Jabato ya incluso antes de la invasión romana, por lo que desde el principio se convierte en su inseparable compañero de aventuras alrededor del mundo. Su indumentaria habitual está elaborada a base de pieles de algún animal (al más puro estilo de muchos pueblos bárbaros). Otra de sus características más resaltables, es su peculiar y retorcido bigote de estilo "daliniano". Por su aspecto y constitución física, casi podría decirse de él que se trata del típico forzudo de circo, primo hermano de Goliat, ambos personajes entrañables del tebeo de aventuras español. Hemos de agradecer también a R. Martín, seguidor de Victor Mora en la creación del personaje de Taurus, además de otros dibujantes del Jabato y colaboradores como Jaime Juez, Arriazu, Martínez Osete y otros.


Durante toda la colección, en los momentos de mayor perplejidad, el bueno de Taurus exclamaba: ¡Por las barbas de Senaquerib!.


Nuestra utilización de esa exclamación para nombre de este blog, es un homenaje a guionistas y dibujantes de aquellos tebeos que nos hicieron pasar tan buenos ratos, ¡Por las barbas de Senaquerib!.


¡Ah, y por cierto, las barbas del señor Senaquerib que tanto citamos, son las que se ven en este bajorrelieve de Dur-Sarrukin (Museo del Louvre). El príncipe Senaquerib a la izquierda y su padre Sargón II a la derecha.


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